martes, 20 de octubre de 2009

Equivalencias



Somos

la negación

supuesta

del origen,

la abominación

de maniático

recelo

de aquéllos

que

sin sabernos

condenan

no concibiendo

que somos

tan ordinarios

cotidianos

y asiduos

como la lectura

del mismo diario

a la hora

del desayuno;

como un hermano

un padre

o una amiga

que por dentro

arrastran

el mismo deseo

secreto;

como besarse

con el corazón

henchido

como

dos

amantes

cualesquiera.




2 comentarios:

Alma (Susurros Mortales) dijo...

Hablas de amor y no hay nada mas bonito en la vida. Los que condenan el amor en cualquiera de sus demostraciones, no son mas que amargados, castrados por los tabues que les inculcaron desde la cuna, en el fondo dignos de lastima porque son los que mas sufren.

Precioso poema, genial como mi dulce poeta.

Besitos Pedro.

Pedro F. Báez dijo...

Tienes toda la razón, musa querida. Los ignorantes, los infelices que no saben amar y que tienen temor a mirar más allá de las convenciones ridículas son los que más sufren, aunque no se den cuenta. Si no haces daño ni te haces daño, ama sin reservas. El que no ama de alguna forma es como el libro que nunca fue escrito: está en ciernes, pero no se materializa ni aporta su visión y experiencia renovadora y humana. Besitos cubanos, musita mía...




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Mi foto
La Habana, Cuba, Los Ángeles, Estados Unidos
Nacido en La Habana, Cuba, el 3 de diciembre de 1960. Emigra a Estados Unidos en 1980, a través del éxodo masivo de Mariel. Ganador de numerosos concursos de poesía, literatura y ensayo en Cuba y Estados Unidos. Publica su primer poemario, "Insomnia" en 1988, con gran acogida por parte de la crítica especializada y el público. Considerado por críticos y expertos como uno de los poetas fundamentales y representativos de la llamada Generación del Mariel junto a Reinaldo Arenas, Jesús J. Barquet, Rafael Bordao, Roberto Valero y otros.