A Maxine Semon, extraordinaire
Vino y te dijo:
"Te irás pronto."
Bajaste los ojos
y los volviste a subir,
la mano en la máscara de oxígeno
de las narices a la boca.
Vino y te dio el tiempo necesario
para un nuevo ajuar.
"Suficiente", dijiste
"para amar las horas vivas
y arrullar las horas dormidas
parecidas a las horas muertas."
Bajaste los ojos
y el llanto subió
inundando la máscara de oxígeno
de las narices a la boca.
Vino y se fue,
olvidando la sentencia tras de sí...
26/9/85
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