Soñé anoche con esa isla
y su gente
que deambula entre escombros
de apocalíptico presagio
suspendida
como prófugos fantasmas
de una pesadilla gollesca
que lejos de enterrar sardinas
las persigue
para devorar
sus cadáveres diminutos
espinosos
y pestilentes
requeridos por el hambre
y la desesperanza de saberse
solos
en medio de un mar de polvorientas cabezas
y excéntricas, mercantiles
foráneas curiosidades
rayanas en insulto
ante la magnitud
de la tragedia
que no tiene cabeza
ni pies
porque es
incorpórea
como un espectro de muerte
que siega
burlándose
del sol que despunta.
Cruzó un perro
y mordió mi sombra
observando
con sus ojos recelosos y tristes
cómo se desvanecía
mi silueta de onírica promesa
desdibujada
sobre el ápice irascible
de una rabia
que data de siglos
de solapado
insolente abandono
mientras como
sardinas en lata
y bebo vino
en vasitos de papel encerado
legados por la burguesía
idílica
de un mito amoral
y salpicado
de la sangre inclemente
de tantas islas
cuyos índices
acusan
la complicidad
del olvido
la complacencia
y el egoísmo
de un universo indiferente
sentenciado en la falacia
de su tardío
altruismo.
4 comentarios:
Has plasmado con maestría la atrocidad de nuestros días. Buen poema.
Besos.
Alguien dijo que la fortuna no tiene nombre...eso fué en otra época o lugar....ahora al menos se donde no está.Al lado de los que nada tienen, solo sus manos y su vida y hasta eso les roban.MI corazón como el tuyo enferma al ver que la codicia y la desidia priman sobre la verdadera cara del altruismo...pero aún así sigo teniendo fé en el ser humano y a la spruebas solidarias me remito.Yo inicie campaña entre los mios y pocos son los que no han aportado algo...incluso sin sobrarles.Un abrazo Pedro...magnifico tu poema ,real y sincero, como tú.
Paloma, gracias por venir y dejarme tu comentario. Cuando estuve en tu blog me sacudió la belleza de las imágenes en tu poesía y la vitalidad y pasión de todo cuanto dices. Bienvenida a esta Isla todas las veces que quieras.
Sombragris, ¿sabes que me cuesta trabajo llamarte así? Porque, desconociendo el motivo de tu alias, pienso que más que sombra gris eres un rayo de sol o un arcoiris esplendente. De ti he recibido siempre calor, respeto, buena voluntad y cariño y eres de los visitantes asiduos que siempre tiene algo significativo, emotivo o importante que aportar y compartir en sus comentarios. Gracias de todo corazón y aunque no cambies tu seudónimo jamás, no cambies tú nunca. Abrazos.
Gracias por tus palabras,Pedro.Mi nombre es Alfonso y el pseudónimo tiene su historia que un día contaré en mi blog.Un abrazo con el alma.
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