(Con audio en la voz del autor)
Rizados
—como africanos—
tiene cabellos el mar:
líquida marejada de crespos
—pasa azul que bailando
se agita—.
Tiene mi Isla
los ojos
del color de la palma
la sonrisa amplia y soleada
como la áurea curva de un plátano
y la entraña parida de pueblos pesqueros
y de penínsulas que fugitivas
buscan alivio en el mar que las penetra.
Tiene mi Cuba cuerpo de mulata:
cintura fina y trasero empinado de Sierra Maestra
cara de puta blanca en una Habana
que sin dar más, aún se revela
impúdica y hermosa como una cortesana
de excesivos trasnoches y despatarrada entrepierna.
Tiene mi tierra hombres
erectos y flexibles como la caña
y mujeres que llueven —suspendidas—
en la fertilidad del subsuelo
pechos redondos como cocos —o como perlas de cobre—
penes —como delfines—
ensartando sortijas de agua.
Es mi Isla un animal
que pulsando
se desplaza
—aguamala a la deriva por dentro
y por debajo de los cuerpos—
insidiosamente amante
rabiosamente invisible
como un veneno que codifica
en coágulos seculares
la espera...
5 comentarios:
Mis respetos querido Pedro por este poema realmente muy bien escrito, donde has conjugado magistralmente tantos elementos tan afines a tu patria con una descripción bellamente poética. Me gusta tu pueblo, tiene características excepcionales. Un abrazo grande.
Me han entrado ganas de conocer Cuba on este poema tan bello y sensual.Un abrazo
Muy buen homenaje, si señor.
Una tierra preciosa y unas personas excepcionales.
Un abrazo.
¡Qué preciosidad de poema, querido Pedro, me has dejado boquiabierta! Mira que he viajado por el ancho mundo... mucho, muchísimo, y siempre con ganas de conocer tu Cuba y que aún no he ido...y eso que el abuelo de mi marido vivió muchos muchos años en Cienfuegos y para nosotros Cuba es como una segunda patria. Qué hermosura de versos le has dedicado a tu isla, sublimes, hermosos, con esa dualidad sorprendente de lo mágico y lo sensual floreciendo entre los cocos y la caña...¡Y otro besote!
Amigos todos, gracias por los comentarios tan queridos y tan laudatorios. Realmente es un poema que disfruté mucho en crear y que me ha dejado muy complacido con el resultado final. Quise obtener un balance entre musicalidad, contenido, ritmo e imágenes y creo que lo logré, siendo sobre todo fiel a la cadencia de mi propia idiosincrasia. Abrazos grandes y mi gratitud.
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