(Con audio en la voz del autor)
Ordenando viejos escritos publicados y recortes de periódicos para mi extenso dossier, este fin de semana, encontré la frágilmente plegada nota de crítica de una periodista intelectual y de espectáculos de un diario de Los Ángeles (Noticias del Mundo), desparecido hace ya más de veinte años, donde alabando mi intervención en un festival poético local de la época, criticaba —inexplicablemente para mí—, lo esmerado de mi aspecto personal como "nota discordante" (bañado, bien vestido, oliendo bien entre otros que no se habían peinado ni conocido cita con el jabón en mucho tiempo —no imaginen otra cosa—) y el hecho de "haber explotado la inmediata aceptación y el espontáneo aplauso del público para decir un poema más de lo programado, rompiendo así los parámetros establecidos para el evento y convirtiéndose, de hecho, en la 'vedette literaria' de la noche, causando malestar entre el resto de los participantes..."
En aquel momento, guardé silencio.
Hoy, rememorando el suceso con gran orgullo personal, total seguridad interior, absoluto dominio de mis facultades poéticas e histriónicas, una sonrisa de cabrón que se las sabe casi todas y doctorado ya en todos los vedettismos posibles, escribo, prescindiendo de toda falsa modestia y echando mano a una buena dosis de humor:
Me gusta que me admiren
que me aplaudan
que me lleven en brazos
sin tocar jamás
el suelo.
Me gusta mostrar mi cuerpo de estrofas
en los escenarios
donde se cotiza
alta
y sostenidamente
la mentira
de lo bello.
Sé decir
bien
las cosas
y sostener
con aire estelar
el micrófono
de mi propio
devaneo.
Puedo bailar
entre metáforas
de gasa
y pasar provocativamente
símiles de lamé
—como boas encendidas—
entre mis muslos
y mi pecho.
Si otros por ahí
compactan
y rebanan desafueros
¿por qué no podría ser yo
vedette de gran intelecto
si lucen mejor las letras
con rasos
plumas y velos?
6 comentarios:
¿Que mejor contestación que esa?
Muy bien, me has hecho reir.
Un abrazo.
PASO 1: me pongo de pie.
PASO 2: saco dos pompones rojos
y dorados.
PASO 3: alzo los brazos
PASO 4: salto, los ondeo y grito:
PEDRO, PEDRO, PEDRO, PEDRO
ERES GRANDE, PEDRO MÍO !!!
Hola Pedro, sois grande, grande como poeta,y me atrevo a decir también como persona. Aplaudo esta intervención o contestación que haces
Abrazo sincero
M. Ángel
Hola Pedro, hoy es el día que vengo a leerte como Dios manda, ¿cómo estas? Espero que super bien. El titulo me llamo mucho la atención, y cuando leo me encuentro con una interesante anécdota, creo que te tenia envidia… lo mas importante es que sois reconocido por quienes realmente importan, que son para quienes uno escribe.
Son casi dos semanas, so, no va a ser posible comentarlo todo, pero los voy a leer todito, Cuídate mucho, y a quien le moleste tu brillo que se aparte!!!!
Je, je Pedro. ¿Hay espacio para colocarle a esos versos unas plumas de avestruz color fucsia que tengo guardadas por ahí? Creo que con eso y una falda tricolor colombiana quedan perfectos para taparle la boca a la envidiosa esa.¡Un abrazo!
Ay, Pedro, qué lástima que esa periodista pseudointelectual de L.A. no se entere de este poema, que le vendría que ni al pelo para enterarse de que intelectualidad y desaliño no son sinónimos y que se puede ser el mayor intelectual del mundo y el poeta o artista más genial, oliendo a jabones de Roger & Gallet y presentándose de un modo refinado y elegante. Sin duda esa señora confundía el tocino con la velocidad, y regalar un último poema recitado a la concurrencia, no debería haber sido motivo de crítica, sino de alabanza. Muy bueno tu poema, Pedro, al menos te has quedado satisfecho poniendo los puntos sobre las íes. Y otro besito, poeta.
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