(Con audio en la voz del autor)
Este poema me lo inspiró la frase final y despedida de un comentario de Paloma Corrales a Luisa Navarrete.
Gracias a ambas por inspirarme.
"Besos y mandarinas"
— y regresó a mi mente—
la imagen de la infancia
(daguerrotipo con olor a fiesta)
la cáscara y su terciopelo adjunto
metido entre las uñas:
blanco, blando, fragante
como el pecho perfumado de azahares
de una novia con velo de aguas.
Frutos en la espesura
haciendo guiños de coral y fuego:
deleite de los ojos, de la nariz y la lengua:
sexual en lo excitante
del gusto que al punzar subyuga
en su tacto de pubis
en su efluvio de vagina cítrica
en la imagen
de concavidades
sugerentes de reventona vulva
en el jugo que salta
entre los dientes
gratificante...
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)
10 comentarios:
Niñooooooo!!!
Que tengo la cocina llena de mandarinas!!!
Ahora, ¿¿¿cómo me las como yo???
jajajajajajaja
Mil besos, con aroma de azahar, desde mi tierra de naranjas, clementinas y mandarinas.
Eres tan Pedro ! si es que es imposible no quererte, llegas siempre como un huracán de cariño y ala rompes muros y de repente ya eres de la familia.
Besos y mandarinas para ti
Es una preciosidad el poema y esa comparación magistral tuya.
Pedro eres un encanto, seguramente con sabor a mandarina fresca. Leí esa despedida y me gustó. Luisa tien razón los dos sois como de mi familia.
Besos a escoger, querido.
Uy¡¡¡ qué ganas de comer mandarinas
A partir de hoy las pelaré de otra manera.
Un gran poema el de hoy.
Un placer, hoy más que nunca, tu tropical isla, repleta de frutos para el naufrago.
besos
ayyy Pedro que eres genial con tus comparaciones!! , imposible no acordarme de vos, los fines de semana cuando haga las compras en el supermercado.
Muchos besitos
mmmmmm!!! genial! Me encanta Pedro. Aquí, que estoy rodeada de naranjas y mandarinas, no voy a poder dejar de reír cuando salga a la calle.
Besets.
Tu poema Pedro, me ha traído siempre un recuerdo adolescente, esas tardes libres en el preuniversitario en el campo, de nuestra Cuba, entre cítricos varios y besos de mandarina escondidos donde los ojos indiscretos no llegaban, que tiempos, y que poema!
Me aprece todo muy bien escrito.
Un fuerte abrazo.
Leo
A mi siempre me gustaron las mandarinas y veo que las frutas y el sexo, o los sexos, tienen similitudes de forma, color, jugos y sabor.
Hasta a unas mandarinas le infundes la pasión que siempre te caracteriza
Abrazos
¡¡¡¡Oh my god, qué poemas tan bonitos compone mi niño cumpleañero...!!!!
Tan sensual como cítrico, este poema con aroma a azahares de novias virginales, de cuyas vulvas emana la agridulce humedad de una naranja de la China...
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