La Gran Escena es la vida. De ella, sus actos más peculiares y sobresalientes...
— Mi marido no me ama.
— ¿Cómo sabes?
— Hace años no me toca ni me dice que soy hermosa. Apenas hablamos cuando llega del trabajo. Estoy segura de que tiene otra.
— ¿Y tú le has dicho?
— No. Soy demasiado orgullosa.
— ¿Por qué no te divorcias?
— Porque lo amo.
—¿Lo amas?
— Sí, a pesar de todo...
— Entonces no tiene remedio. Mejor me das un beso y continuamos haciendo el amor...
6 comentarios:
jeje, que cierto me suena, juchas veces acusamos a los demas cuando nosotros hacemos lo mismo. La diferencia es que ella le ama y el posiblemente no...
un fuerte abrazo
No creo que ella le ame, es orgullo herido, de hecho lo pasa mejor con su amante. En el fondo es uno de esos matrimonios por costumbre.
Un abrazo.
Toda una contradicción. Yo asumo que quien haga esto se haya malgastando precisamente la vida en engañarse. Muy bueno Pedro, un abrazo.
Aprovecho que hoy he podido entrar en tu txoko para decirte que agradezco mucho, mucho, los bellos poemas que me has dedicado. Eres un cielo, me da la impresión que brotan de tus dedos, tan espontáneos como las flores silvestres en los prados... Y me gustan. Los guardo con todo mi cariño.
Un abrazo especial y muy fuerte. Soco
JA,JA,JA... Una real escena para reslatar en el gran teatro de la vida...JA,JA,JA...¡MUY BUENO!
Siempre leo tus escritos. Me encantan. Hoy, apenas, pude ingresar para hacer este comentario,
IGUAL SIEMPRE TE LEO
Vaya, real como la vida misma. Historias como esa ocurren todos los días.
un abrazo.
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