(Reposición ahora con audio en la voz del autor y música de fondo)
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor)
Cae la tarde.
Se despeña.
Se desnuca.
Luego sube.
Se evapora.
Se condensa.
Se trueca en nube que agoniza asfixiada
en el sucio y subrepticio amago de la noche.
Tarde desgastada en sombras y arpegios
de remoto origen y aburrida asonancia...
Tarde que se va arrastrando
como un ave
con el vuelo herido.
12 comentarios:
Muy interesante significado le otorgas al amanecer, resulta interesante ver el atardecer a través de tus ojos, y con esa voz de locutor, para el trafico, felicidades y buen finde!!!
Buen blog y preciosos versos. Un saludo
Ese día no parece que tuviera una despedida muy digna. Pero, a pesar de ello, lo transmites con una belleza grandiosa. La magnífico es que siempre amanece para volver a hacer mutis por el foro.
Miles de besos, querido Pedro.
Y luego, tras la tarde y la noche, y parafraseando a la mítica película española, amanece, que no es poco.
Tarde tuya, tarde de poeta, tarde que se desgasta en los ojos y en las palabras, tarde hermética, tarde evaporada...
Besitos querido Pedro, antes de escaparme a los brazos de Poseidón.
"Se trueca en nube que agoniza asfixiada
en el sucio y subrepticio amago de la noche."
Existe un modo más poetico para describir la tristeza de un atardecer de despedida? creo que no, este es muy tuyo, como dice Taty Cascada, y se siente, me sobrecoge.
Un abrazo, mi hermano.
Leo
Dibujas con las palabras Pedro...y les pones generosamente sentimientos...¡ hermoso !
Cariños de siempre
Amigo Pedro, dibujas con tus versos una despedida tan poética, que las sombras de la tarde, perece se negasen darle paso a la noche.
Siempre es un placer leerte, amigo, gracias.
~Charo Bustos~☺
¡Ay mi Pedrico, tan bello como triste, mi niño! Me ha dejado un poso de amargura, porque así son las despedidas de los seres que queremos, desgastadas de arpegios...
Un beso enorme, para compensarte mínimamente esa pena que te ha inspirado, corazón.
Queridísimo Pedro:
Bellísima agonía de un día cualquiera, únicamente memorable porque lo canta un poeta de tu extraordinaria calidad.
No he conseguido todavía escuchar tu voz "radiofónica". A mí este trasto tuyo me ningunea y me ignora sin el menor respeto. Esta bien de vez en cuando recibir una lección de humildad para compensar tantos excesos del titular de esta isla.
¿Sabes? yo también tengo una isla particular. Mi hija se llama Isla, es inteligente, dulce y hermosa, y la echo tanto de menos; vive en Londres. Ahora está en Madrid con su compañía de teatro
que va a estrenar en los próximos días, y sigo viéndola poco. Soy consciente de que los hijos no nos pertenecen; son del mundo y de sus propias vidas, pero qué pasa con las madres y esta necesidad de hablarla, acariciarla y llenarla de besos?
Perdona el rollo, pero estoy segura de que tú me entiendes ahora.
Un abrazo fraternal
Elvira
Enredada en tus versos y en tu voz, contemplo contigo el derrumbe de la
tarde.
Y me abrazo a tu abrazo.
Soco
¡MAGISTRAL! Te felicito, me ha simplemente emocionado :)
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