(Reposición ahora con audio en la voz del autor. De mi Poemario Insomnia, 1988)
Dedico hoy este poema, a Taty Cascada y Amelia Díaz
Suspendida sobre París
hay una luna extraña
que los poetas no ven;
una luna
con astas de toro,
como traída de España:
negra luna de aspavientos
y lágrimas secas
que pende lánguida
y se baña en las aguas
de un Sena difícil.
El Louvre
no conoce
esta luna extranjera
que en las madrugadas
baja
a cabalgar
en las fuentes de Versalles,
galopando sobre las aguas
con la siniestra sombra
de un espectro vital.
Los hombres
que venden y beben vino
y las coristas anónimas
la miran pasar
en la forma
de una prostituta
y los ministros
y los embajadores
y los turistas de los Campos Elíseos
la creen
una exótica celebridad
de cabellos opacos.
Étienne la conoce.
La saluda cada alba
con sus manitas
manchadas
de tinta de Le Monde;
cada mañana
en un romance nuevo
que huele a cieno
y naranjos en flor.
Van las dos
atravesando
los arcos
y las plazas convulsas
mientras París lanza un bostezo
de gente que anda al Métro
y a las compras de cada día.
Los pintores se levantan
y los huelguistas van
al escándalo inmemorial,
y cuando los aviones
vomitan turistas
sobre los museos
y las avenidas
la luna de Étienne
les tiende
una guía de la ciudad.
No hay
una sola flor de lis
en todo París
y los escudos
y las fachadas ancestrales
se deshacen
en la ignominia
de los borrachos insomnes.
Al apurarse la noche,
se despiden.
Ella va a hacer
su función absurda
que los pintores no dibujan
que los poetas no ven
que los falsos gitanos
no cantan.
La luna de Étienne.
El alba llega
y con ella
la nada.
La cita rota
aborta
la última terneza.
Las manos de Étienne,
sus manos,
vacías.
Su luna ha muerto
ahogada
en un eclipse
de indiferencia
y olvido.
12 comentarios:
¡¡¡¡ que grande eres poeta¡¡¡ en cada poesía que nos regalas nos deleitas los sentidos y nos emocionas el alma, un besin mi niño y muchisimas gracias por ser como eres y hacernos participes de ello.
¡Qué preciosidad!
No dejemos
que nunca, jamás,
muera la luna.
Moriríamos también los poetas.
Un fuerte abrazo.
Con este poema tan hermoso, dedicado por mi Pedro y a lado de alguien tan maravillosa como Taty, creo que ya ha llegado la primavera a mi hogar.
Además, la semana que viene, llega mi hija a pasar una semana de vacaciones.
Gracias, Pedro querido, mi sorgino, por TANTO.
Esta luna de Etienne me ha conmovido, querido Maestro. Ha sido desfilar por París (una Paris que como no conozco personalmente tiene muchísimas e intrincadas simbologías, destinos, urbanidades y miradas, por caso la de Julio Cortázar)partiendo de su hora cero hacia las que iniciarán el descomunal lanzamiento de sus mañanas o amaneceres, en la que están el frío y la impostura de sus multitudes de indiferencias y este asediado consuelo de la niña pobre y desvalida que seguramente será Etienne. Buenos Aires no tiene el prestigio de París pero comparte con ella las carencias y deshumanizaciones de las grandes ciudades. Tu poema, como otros tuyos, es un reto a la sensibilidad, la imaginación y un invaluable aporte a la metafísica de la muchísimas veces triste condición humana, tan desapegada y dolorosa como una nada rugiente. Un abrazo con todo mi amor para vos.-
Pedro, qué te digo, me conmueve y me enamora, porque adoro París como adoro esa sensibilidad que te caracteriza para llegar a los detalles mínimos y sacarlos de su insignificancia; ay, ay, ay...
Besos apresados en esa luna.
Bella luna desde tus Letras...hoy no sólo puedo contemplarla, engalanada por tus palabras sino que has logrado me quede inmersa en el sonido de las aves...realmente es un lujo llegar hasta aquí.
Cariños de siempre.
Queridísimo Pedro
Acabas de tocar una de las ciudades que más me tocan el alma, la conozco, la he disfrutado, me he inundado de esa luz, de esa atmósfera que sólo Paris conoce, incluso allí fui un corazón latiendo sin pudores, y siempre está en mí, nunca se borra su lluvia, nunca su olor a pan recién hecho, a mil especies, a pintor desconocido... y ese qué se yo de melancolía y de belleza eterna.
Siempre pienso que si algún día me pierdo será allí o en Florencia...
Gracias por traer tanta belleza y recordarme días que parecían demasiado difuminados por el tedio diario
Besicos y abrazos de los tremendamente enormes
Ayy mi cielo, me has llevado de la mano por París, bajo la luz de esta hermosa luna. Gracias!!
Mira, si en pocas palabras dices mucho, hoy lo has dicho todo.
Bellísimo!!
Buen Domingo
Besitos
Hola, amigo Pedro, acá de vuelta leyendo tus bellas poesías y agradeciendo las palabras que dejaste a la mía.
La amistad cuando está en el corazón, no la lleva el viento.
Abrazo
M. Ángel
Versos llenos de sutileza pero que
desbordan sensualidad, ternura,
pasión, realmente ha sido un gusto
leer esta muy bella y bien lograda
obra poética.
Gracias por compartir tu inspiración
Saludos
Amalia
Ay, hermoso poema que sirve de réplica al que Taty hiciera sobre París, Pedrico querido, y se lo dedicas a ella y a Amelia, buenas amigas tuyas y excelsas poetas a las que conozco.
El poema me ha encantado, recoge la esencia del París bohemio y quizás de postal que conocemos, aunque en mi caso sea de oídas, y deja ese regusto amargo por esa otra realidad que esconde, la de los pobres o marginados, la de Etienne, el niño que vende periódicos...Y ese final, ese colofón magistral que nos habla de la indiferencia que experimenta nuestra sociedad.
Este poema tuyo es casi como un cuento, aunque el final feliz se haya transformado en algo real y, por ende, no demasiado grato.
Un beso enorme, Pedro y ya mañana respondo con tiempo a tus comentarios. ¡Hasta entonces!
Guauuu! Me quito el sombrero y le hago una reverencia Monsieur Pedró (con la tilde en la o). Me super recontra encantó este poema. Abrazos fuertes amigo mío.
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