domingo, 20 de febrero de 2011

La luna de Étienne

(Reposición ahora con audio en la voz del autor. De mi Poemario Insomnia, 1988)


Dedico hoy este poema, a Taty Cascada y Amelia Díaz



(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor)


Suspendida sobre París

hay una luna extraña

que los poetas no ven;

una luna

con astas de toro,

como traída de España:

negra luna de aspavientos

y lágrimas secas

que pende lánguida

y se baña en las aguas

de un Sena difícil.


El Louvre

no conoce

esta luna extranjera

que en las madrugadas

baja

a cabalgar

en las fuentes de Versalles,

galopando sobre las aguas

con la siniestra sombra

de un espectro vital.


Los hombres

que venden y beben vino

y las coristas anónimas

la miran pasar

en la forma

de una prostituta

y los ministros

y los embajadores

y los turistas de los Campos Elíseos

la creen

una exótica celebridad

de cabellos opacos.


Étienne la conoce.


La saluda cada alba

con sus manitas

manchadas

de tinta de Le Monde;

cada mañana

en un romance nuevo

que huele a cieno

y naranjos en flor.


Van las dos

atravesando

los arcos

y las plazas convulsas

mientras París lanza un bostezo

de gente que anda al Métro

y a las compras de cada día.


Los pintores se levantan

y los huelguistas van

al escándalo inmemorial,

y cuando los aviones

vomitan turistas

sobre los museos

y las avenidas

la luna de Étienne

les tiende

una guía de la ciudad.


No hay

una sola flor de lis

en todo París

y los escudos

y las fachadas ancestrales

se deshacen

en la ignominia

de los borrachos insomnes.


Al apurarse la noche,

se despiden.


Ella va a hacer

su función absurda

que los pintores no dibujan

que los poetas no ven

que los falsos gitanos

no cantan.


La luna de Étienne.


El alba llega

y con ella

la nada.


La cita rota

aborta

la última terneza.


Las manos de Étienne,

sus manos,

vacías.


Su luna ha muerto

ahogada

en un eclipse

de indiferencia

y olvido.



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12 comentarios:

julia rubiera dijo...

¡¡¡¡ que grande eres poeta¡¡¡ en cada poesía que nos regalas nos deleitas los sentidos y nos emocionas el alma, un besin mi niño y muchisimas gracias por ser como eres y hacernos participes de ello.

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Qué preciosidad!

No dejemos
que nunca, jamás,
muera la luna.
Moriríamos también los poetas.


Un fuerte abrazo.

Amelia Díaz dijo...

Con este poema tan hermoso, dedicado por mi Pedro y a lado de alguien tan maravillosa como Taty, creo que ya ha llegado la primavera a mi hogar.
Además, la semana que viene, llega mi hija a pasar una semana de vacaciones.

Gracias, Pedro querido, mi sorgino, por TANTO.

Amilcar Luis Blanco dijo...

Esta luna de Etienne me ha conmovido, querido Maestro. Ha sido desfilar por París (una Paris que como no conozco personalmente tiene muchísimas e intrincadas simbologías, destinos, urbanidades y miradas, por caso la de Julio Cortázar)partiendo de su hora cero hacia las que iniciarán el descomunal lanzamiento de sus mañanas o amaneceres, en la que están el frío y la impostura de sus multitudes de indiferencias y este asediado consuelo de la niña pobre y desvalida que seguramente será Etienne. Buenos Aires no tiene el prestigio de París pero comparte con ella las carencias y deshumanizaciones de las grandes ciudades. Tu poema, como otros tuyos, es un reto a la sensibilidad, la imaginación y un invaluable aporte a la metafísica de la muchísimas veces triste condición humana, tan desapegada y dolorosa como una nada rugiente. Un abrazo con todo mi amor para vos.-

Paloma Corrales dijo...

Pedro, qué te digo, me conmueve y me enamora, porque adoro París como adoro esa sensibilidad que te caracteriza para llegar a los detalles mínimos y sacarlos de su insignificancia; ay, ay, ay...

Besos apresados en esa luna.

Mariana dijo...

Bella luna desde tus Letras...hoy no sólo puedo contemplarla, engalanada por tus palabras sino que has logrado me quede inmersa en el sonido de las aves...realmente es un lujo llegar hasta aquí.
Cariños de siempre.

Charcos dijo...

Queridísimo Pedro

Acabas de tocar una de las ciudades que más me tocan el alma, la conozco, la he disfrutado, me he inundado de esa luz, de esa atmósfera que sólo Paris conoce, incluso allí fui un corazón latiendo sin pudores, y siempre está en mí, nunca se borra su lluvia, nunca su olor a pan recién hecho, a mil especies, a pintor desconocido... y ese qué se yo de melancolía y de belleza eterna.

Siempre pienso que si algún día me pierdo será allí o en Florencia...

Gracias por traer tanta belleza y recordarme días que parecían demasiado difuminados por el tedio diario

Besicos y abrazos de los tremendamente enormes

Mabel dijo...

Ayy mi cielo, me has llevado de la mano por París, bajo la luz de esta hermosa luna. Gracias!!
Mira, si en pocas palabras dices mucho, hoy lo has dicho todo.
Bellísimo!!
Buen Domingo
Besitos

M. Angel dijo...

Hola, amigo Pedro, acá de vuelta leyendo tus bellas poesías y agradeciendo las palabras que dejaste a la mía.
La amistad cuando está en el corazón, no la lleva el viento.

Abrazo
M. Ángel

Amalia Lateano dijo...

Versos llenos de sutileza pero que
desbordan sensualidad, ternura,
pasión, realmente ha sido un gusto
leer esta muy bella y bien lograda
obra poética.

Gracias por compartir tu inspiración

Saludos
Amalia

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Ay, hermoso poema que sirve de réplica al que Taty hiciera sobre París, Pedrico querido, y se lo dedicas a ella y a Amelia, buenas amigas tuyas y excelsas poetas a las que conozco.

El poema me ha encantado, recoge la esencia del París bohemio y quizás de postal que conocemos, aunque en mi caso sea de oídas, y deja ese regusto amargo por esa otra realidad que esconde, la de los pobres o marginados, la de Etienne, el niño que vende periódicos...Y ese final, ese colofón magistral que nos habla de la indiferencia que experimenta nuestra sociedad.

Este poema tuyo es casi como un cuento, aunque el final feliz se haya transformado en algo real y, por ende, no demasiado grato.

Un beso enorme, Pedro y ya mañana respondo con tiempo a tus comentarios. ¡Hasta entonces!

Clara Schoenborn dijo...

Guauuu! Me quito el sombrero y le hago una reverencia Monsieur Pedró (con la tilde en la o). Me super recontra encantó este poema. Abrazos fuertes amigo mío.




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Mi foto
La Habana, Cuba, Los Ángeles, Estados Unidos
Nacido en La Habana, Cuba, el 3 de diciembre de 1960. Emigra a Estados Unidos en 1980, a través del éxodo masivo de Mariel. Ganador de numerosos concursos de poesía, literatura y ensayo en Cuba y Estados Unidos. Publica su primer poemario, "Insomnia" en 1988, con gran acogida por parte de la crítica especializada y el público. Considerado por críticos y expertos como uno de los poetas fundamentales y representativos de la llamada Generación del Mariel junto a Reinaldo Arenas, Jesús J. Barquet, Rafael Bordao, Roberto Valero y otros.