(Con audio en la voz del autor)

Añoro el amor
como deporte
como función del deseo
como cuerpo
que rellena
el vacío
de lo existencial
transmutado
en ardoroso eco.
Añoro
no
por carencias
ni por falta de atención
a la lujuria
implícita.
Resulta
que de apetitos
mi cuerpo hambreado
de aquella ausencia
se queja.
Soy hombre de excesos
y con exceso
cumplo
este acto
de exorcismo
donde desnudo
revelo
que tengo miedo
a quedarme
por un instante
solo.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)
5 comentarios:
Hola, Pedro. Hermoso poema este tuyo, donde muestras el miedo ancestral del ser humano a quedarse solo, a reconocer la soledad inherente a nuestra condición de individuos...Y ya que estoy aquí, te agradezco mucho tu lectura y hermoso comentario en mi entrada del Corazón del Tuareg. No tardaré en publicar su continuación, pero si deseas leer entero el relato, lo publiqué hace tiempo en mi blog principal, donde tengo más relatos, poemas y post sobre mis viajes. Ahí lo dividí en 3 partes, aunque la primera es el doble de extensa que la que tú has leído en mi nuevo blog de relatos y la segunda parte se la debo a un colaborador que tengo en otro de mis blogs. Por si te interesase, te paso el enlace del relato completo:
http://maytedalianegra.blogspot.com/search/label/005%20-%20%22El%20coraz%C3%B3n%20del%20tuareg%22
Te dejo con un beso y mis mejores deseos para el fin de semana.
Te honra ese acto de exorcismo,donde la soledad se trasmuta en generosa ofrenda que invoca el eco del amor..!
La imagen del "diablillo"nos muestra esa "dualidad interna.."siempre en lucha.¿o quizá el camaleónico miedo,que llega en la soledad..?
Mi felicitación por tu sinceridad.
M.Jesús
Me gusta tu "performance" y me uno a ese instante de miedo a la soledad, aunque siempre me es un poco necesaria.
¿Ángel o Diablo? Un poco de todo, es lo que somos.
Precioso poema. Me ha encantado.
Un besazo.
Mis queridas, apreciadas damas, todas: gracias por sus comentarios y sobre todo, por comprender y aceptar esta indulgencia mía en compartir con ustedes cosas que tal vez sólo para mí tienen significado y trascendencia, pero que veo son capaces de encontrar eco y respuesta en personas receptivas y sobre todo, con alto grado de sensibilidad personal y calor humano. La soledad absoluta (realmente no existe como tal, pero es siempre dramáticamente esbozada por la mente) me aterra desde que tengo noción de ella en la memoria y fueron los devaneos una forma frívola pero efectiva de combatirla. Extraña también el ego la adoración de otros tiempos. Abrazos y mi sincero agradecimiento por sus cálidas y tolerantes opiniones.
P.D.: Realmente ni diablo ni ángel. Predata el cristianismo y es mucho más pagano y prosaico: un sátiro...
La soledad es una forma incompleta de estar en el mundo. El ser humano necesita proyectar (se) en otros. Va en nuestro código genético. Mi temor más reverencial ha sido siempre el de quedarme solo. No sé si lo soportaría, no sé si soy tan fuerte.
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