(Con audio en la voz del autor)
De las rosas del silencio
arrancaste un pétalo
y lo entragaste al alba
con cortesía brutal.
Regalaste al mediodía
la primitiva blancura
de los lirios
que gozosos crecían
en el pozo de tus manos.
Le diste al viento
una caricia dorada
y una nota voladora
con alas de vergel.
Llamaste al horizonte
y juntos bailaron
una danza de azúcares
y arcoiris perfectos.
Tomaste mis manos,
mis manos de noche
y estrellas sin luna.
Las besaste
y te echaste
a reír.
(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)
4 comentarios:
Un poema magnifico, una vez más. Un fuerte abrazo.
Saludo, amigo y hermano Pedro:
Bellísimo poema de amor es éste; así deberíamos todos aprender a homenajear a aquellos que más nos han querido, pues ämor con amor se paga".
Grandísimo abrazo, hermano del alma.
Pedro, precioso poema de amor, es un honor poder leer tus escritos, aun que algunos de tus versos están cargados tristeza.
Fuerte abrazo amigo
M. Ángel
Ay, romántico romántico, mi querido Pedro, la fuerza del almíbar sagrado de tu lirismo amoroso...Y qué hermoso suena oírtelo recitar con tu profunda voz de terciopelo...Un beso nocturno como esa luna que te vela, querido amigo.
Publicar un comentario