miércoles, 21 de julio de 2010

Ecos

(Con audio en la voz del autor)


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Me gusta escuchar

la risa alegre

de los jóvenes

porque se fragmenta

en destellos

de vida

con timbres

de agachada niñez

y amagos de esplendorosa

hombría.


No los veo

pero los intuyo

desde el patio contiguo.


Imagino sus ojos

aún

azorados y limpios

sus cabellos

esculpidos en gominas

solidificadas en posturas

de última urgencia

sus torsos

insoslayables y erguidos

que comienzan

—en alguna ilusión del verano

que apremia—

a echar raíces

en la efímera

ejecución

del rito

que deja fruto y retoño

para luego

devolverlos

al ciclo

ineludible

del observado

que ahora

inevitablemente

observa.


(Active si desea escuchar este poema en la voz de su autor. Puede apagar el sonido del blog si éste interfiere con su audición)


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4 comentarios:

Mayte Llera (Dalianegra) dijo...

Ay, mi querido Pedro, "volver a los diecisiete", diríamos los que ya franqueamos la frontera de la primera juventud...qué hermosa la juventud, con sus ojos límpidos y aún inocentes y ese ciclo que siempre se repite: los jóvenes admirados por los maduros y esos mismos jóvenes que admirarán, al cabo de un tiempo, a otros jóvenes, cuando ellos sientan el azote de las arrugas cernirse sobre sus frentes...Pero... ¿sabes, Pedro? No hay mayor ni mejor juventud que la que se atesora dentro del corazón, ahí tú y yo seremos siempre jóvenes, aun cuando nuestros cabellos luzcan níveos, pues la juventud y la inocencia no residen en las células nuevas, ni en la piel tersa o en la inexperiencia, sino en un alma que se renueva como las mareas, con cada cambio lunar, con cada brisa, con cada suspiro que le infunda la existencia...Hermoso tu poema, Pedro, como hermoso es tu corazón de hombre que ama, por encima de todo, la vida...

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Bello y perturbador poema es éste, Pedro hermano. Bello por lo que expresa y como lo expresa y perturbador por aquello de: "Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar no lloro
y a veces lloro sin querer."
Pero nada, observemos esas esbeltas figura y nada más; pues, fuimos antes lo que ellos son hoy...
Otro gran poeta latino dijo:
"La vejez es la más dura de la dictadura, la grave ceremonia de clausura de lo que fue la juventud alguna vez."
Todo ser vivo allí, en la vejez, termina...
Mis mejores abrazos para ti, hermano del alma.

Roger Rivero dijo...

Bueno miralo de esta manera: viviste lo mejor de la musica 70 & 80, llegastes a usa en su mejor momento, te libraste de la Cuba del dictador, eres amigo de Rosita Fornes, fuistes pepillo, so, carijo, todo no se puede tener, pero volviendo al poema, bueno esa nostalgia es natural, y tu poesia lo expresa a montones, un abrazo hermano, me gusto leerte!!!!

CARMELA REY dijo...

Me he paseado por tu blog, y me he detenido en este hermoso poema que tan bien has sabido rodearlo de la nostalgia del tiempo que se fue, y que desde la sabiduria que te dejó, te hizo capaz de escribir este estupendo poema. Enhorabuena Pedro.
Un abrazo.




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Mi foto
La Habana, Cuba, Los Ángeles, Estados Unidos
Nacido en La Habana, Cuba, el 3 de diciembre de 1960. Emigra a Estados Unidos en 1980, a través del éxodo masivo de Mariel. Ganador de numerosos concursos de poesía, literatura y ensayo en Cuba y Estados Unidos. Publica su primer poemario, "Insomnia" en 1988, con gran acogida por parte de la crítica especializada y el público. Considerado por críticos y expertos como uno de los poetas fundamentales y representativos de la llamada Generación del Mariel junto a Reinaldo Arenas, Jesús J. Barquet, Rafael Bordao, Roberto Valero y otros.